“Si tú y yo pudiésemos coincidir en lo alto
De esa nube serena
Como dos rayos
De sol o como aves
Que emigran a Sudamérica
O distraídos espíritus
Que inocentemente vuelan juntos
En el aire.
O si pudiéramos estar
Unidos como dos barcas amarradas
O como sólidas balsas errantes
Que se deslizan río abajo hacia St. Louis o Nueva Orleáns
Si fuera posible fundirnos como los dos versos
De una canción de amor
Dos acordes sonando al unísono
Un acompañamiento perfecto
Y ser dos símbolos del mismo enigma
¡Oh, si se nos permitiera recuperar
Y contar otra vez
Nuestro sueño de verano!
Si incluso tú y yo pudiésemos comenzar de nuevo
Como dos extraños en este campo abandonado
Donde saltan los grillos
Alrededor de mis pies como la espuma
De un verde océano...
Pero estoy solo
Solo deambulando de arriba abajo
Reclinado en el viento absurdo
Y gritando como un loco
“Si solamente tú y yo
Fuésemos posibles”
Pero no importa:
Esta noche es luna llena
Y tú cimbreándote entre los edificios
Yo sobre los árboles
La veremos salir juntos.”
Poema de Thomas Merton (“Para M. en octubre”)
(Thomas Merton nació un 31 de enero de 1915. Hoy hubiera cumplido 106 años.
Merton escribió 18 poemas para Margaret Smith, la mujer de la que Merton se enamoró en 1966, y con la que mantuvo una intensa relación. Aunque siguieron manteniendo contacto hasta el final, cuatro meses antes de morir, Merton quemó toda la correspondencia entre ellos. Pero entregó estos poemas a un amigo suyo, para que fueran publicados en un libro después de su muerte.
Margaret Smith nunca quiso hablar públicamente de esta relación.)