lunes, 23 de diciembre de 2019

Navidad...


"La Navidad es esa ternura que ilumina la historia humana, el cosmos sin medida del que somos parte. Es la confesión de que la bondad engendra y sostiene la vida. Es la fe en que todo está eternamente movido por un latido profundo, creador, más grande y poderoso que el universo, más tierno y pequeño que el corazón de un recién nacido. Es la promesa de que el bien prevalecerá. Y es el compromiso por hacer que así sea. 
La bondad hace que Dios nazca y crezca en la tierra. No una bondad pasiva y sumisa, pues no es bondad; tampoco una bondad perfecta, pues no existe. La bondad concreta y siempre inacabada, activa y subversiva."

José Arregi

viernes, 20 de diciembre de 2019

Errores...


"Grave error medir la presencia de Dios en una ciudad por el número de templos o de cruces en los montes. Grave error calificar de atea a una sociedad por la ausencia de manifestaciones o simbologías religiosas.
En cambio, en una ciudad en la que impere la justicia y la libertad de las personas, sea real la igualdad de oportunidades para todos los que, con su esfuerzo y su trabajo, quieran desarrollarse, y en la que los débiles reciban protección... En esa ciudad ha triunfado la luz colándose entre las nubes. Ahí triunfa la memoria de Jesús. Haced esto en memoria mía."

Luis Alemán 

martes, 17 de diciembre de 2019

Domesticar a Dios...


"La tentación que experimentamos en toda religión y en toda espiritualidad consiste en domesticar a Dios, crear un Dios que nos favorece a nosotros, a nuestro grupo, a nuestro país, a nuestra Iglesia... y que derrota a nuestros enemigos. Pero Dios es un Dios que siente compasión por toda la creación y cuyo espíritu vivo está en todo; un Dios que destruye en nosotros todos nuestros cómodos prejuicios y todas nuestras falsas seguridades, religiosas y seculares. Esto a nosotros nos resulta muy doloroso, pero es el dolor del renacimiento."

Gerard W. Hughes

lunes, 2 de diciembre de 2019

Sobre dogmas...


"Dogma es un término que tiene mucho que ver con la firmeza en la posesión de la verdad.

El dogma se refiere por antonomasia a las verdades inmutables de la fe cristiana. En sus primeros siglos, la Iglesia se esforzó por definir, con precisión conceptual milimétrica, un “credo” como confesión y proclamación de los contenidos básicos de la fe cristiana a fin de preservarla de opiniones supuestamente desviadas o corrosivas. 
Para dar mayor consistencia y durabilidad al elenco de dogmas, se estableció incluso un “cierre” definitivo de la cuestión decretando que toda la revelación estaba contenida en los libros del Antiguo y Nuevo Testamentos considerados canónicos y proclamando un credo intocable. 

Opino que urge someter este tema a un severo reajuste de perspectiva, descendiendo de las oscuras cumbres de la verdad abstracta, desde las que las jerarquías eclesiales otean el panorama y amarran férreamente las conciencias de sus fieles, a las cavernas de la caridad que cura pústulas, quita hambres, enjuaga llantos, gesta esperanzas, consuela soledades, produce alegrías y abre caminos de humanización.

El dogma católico necesita un riguroso filtrado por la caridad, una vivificante lectura hecha desde el amor. El rigorismo de las fórmulas hiere la madura conciencia crítica de nuestro tiempo. El afán inquisidor debe ser incinerado en los altos hornos del sentido común y la grandilocuencia litúrgica, guardada en relicarios. El evangelio cristiano tiene que ser levadura que fermenta, sal que vigoriza y luz que ilumina.

Religión, ciencia, política y moral, cuatro grandes dimensiones de la conducta humana, sometidas a un único dogma inmutable e irreformable: el valor supremo de la vida humana."

Ramón Hernández Martín