domingo, 23 de octubre de 2022

La libertad de Jesús…



 “Toda norma trata de poner cauce al comportamiento humano para hacer viable la vida en comunidad. En principio, la ley nace de la atención a las diversas situaciones para velar por el bien común, pero con frecuencia acaba favoreciendo a los que la custodian. Entonces, ciega y muda, se convierte en una usurpación.

La autoridad que el pueblo reconocía en Jesús procedía de la referencia incesante a las personas en nombre de un Dios que quería que cada uno creciera desde la profundidad de sí mismo con y hacia los demás. Su libertad ante la Ley acabará costándole la vida. El orden establecido no pudo soportar la desautorización que suponía para ellos este escuchar a cada uno.


La tentación de toda institución es ponerse a la defensiva y absolutizar su posición frente a los que cuestionan el orden establecido. Entonces entran en pugna poder y libertad.


Jesús se opuso al poder en nombre de la defensa del núcleo irreducible de cada persona, particularmente de los que quedaban excluidos por unos principios implacables que se atribuían a Dios pero que provenían de otros intereses mezquinos.”


Javier Melloni