miércoles, 28 de julio de 2021

Dios Es en cada ser humano…

 


“Al vaciarse a Sí mismo para venir a este mundo, Dios no ha dejado simplemente Su realidad en reserva, en un lugar seguro, manifestando únicamente una especie de sombra o símbolo de Sí mismo.

Dios se ha vaciado a Sí mismo, y todo Él está en Cristo. Cristo no es simplemente la yema del dedo meñique de la divinidad agitándose en el mundo, fácilmente apartado, nunca amenazado, no arriesgando nunca realmente nada.


Dios ha obrado y se ha dado a Sí mismo totalmente, sin división, en la encarnación. No solo se ha convertido en uno de nosotros, sino incluso en el propio yo de cada uno de nosotros.”


Thomas Merton

sábado, 24 de julio de 2021

Muchos utilizan la iglesia para lograr auto afirmación, bienestar y seguridad…


 

“Parece que la búsqueda de poder, en todos los niveles, es tan antigua como la humanidad. También en el reducido grupo de Jesús, que siempre lo denunció con fuerza, afloró la lucha interna por ese motivo. ¿Qué tiene el poder que lo convierte en objeto prioritario de deseo? Fundamentalmente, promesa de auto afirmación, de bienestar y de seguridad.”


Enrique Martínez Lozano

jueves, 22 de julio de 2021

Todas apóstoles, somos imparables…


 “Siempre hablamos de ella. Muchas de nosotras la consideramos nuestra maestra y hermana mayor. En ella proyectamos nuestros modelos de mujer libre de las redes del patriarcado, y ,sobre todo, de mujer empoderada por un amor personal, profundo que como catapulta la lanzó a la tarea que Jesús le encomendó: contarle al mundo que Él vive. Contarle al patriarcado que así no, y los frutos desafortunadamente los vemos hoy más claramente… así no.

Conozco a muchas mujeres hoy que encarnan su espíritu y corren por nuestras calles. Dejaron atrás el patriarcado y sus redes e iniciaron grupos para dar oxígeno a muchas mujeres.


Es un momento histórico apasionante. Lo viejo está reviejo, lo nuevo brotando, madurando.


Las Miriam de Magdala de hoy, muchas tienen teología, predican, escriben, acompañan… somos miles. No salimos en las noticias, ni en las revistas eclesiásticas, no somos importantes para el mundo patriarcal… Pero Jesús hoy, 

de nuevo pondría su movimiento en manos de Miriam de Magdala.


Jesús, el Amado, el Resucitado, hoy pone su movimiento emergente en nuestras manos de mujer, de nuevo.


Somos una revolución, a lo femenino, como ellas, las primeras, en nuestras casas, en nuestros círculos, en las facultades de teología, en educación,  en las redes sociales… somos imparables.”


Magdalena Bennásar

lunes, 19 de julio de 2021

Pasividad y servilismo, frutos de la veneración a la institución eclesiástica…

 



“Los obispos están absolutamente encorvados en la pasividad y el servilismo; tienen hacia Roma una verdadera veneración filial, incluso infantil. Para ellos, eso es la ‘iglesia’… concretamente Roma, el papa, el sistema todo de las congregaciones, que parece como si fueran la iglesia que Jesús construyó. Y el ‘Santo Oficio.’ El ‘Santo Oficio’ (ahora Congregación para la Doctrina de la Fe) que dirige de forma concreta la Iglesia y doblega a todos con el miedo y sus intervenciones.”


Yves Congar

domingo, 18 de julio de 2021

La irrealidad del dualismo sagrado/profano…


 “Nacida del amor, la creación es ya idénticamente acción salvadora, pues Dios no busca ni su “gloria” ni su “servicio”, sino únicamente la realización de la creatura.

El mundo aparece entonces como proyecto unitario, sin separación entre sagrado y profano. Todas las creaturas y todo en cada creatura nacen desde el amor. Dios promueve totalmente, sin resto ni división: cuerpo y espíritu, alimento y cultura, trabajo y descanso, inmanencia y trascendencia.


Cuando se centra la religión en las dimensiones explícitamente referidas a Dios, tiende a autonomizar el espacio sagrado, considerándolo separado o incluso indiferente y hostil al profano. La santidad estaría entonces reducida a la religión y ajena al mundo.


Sin embargo, esa derivación es realmente ajena al auténtico realismo cristiano. Dios no ha creado hombres y mujeres religiosos, sino hombres y mujeres humanos, o en palabras de Rosenzweig: “Dios no ha creado la religión, sino el mundo”. Considerar así toda la realidad y tratar de vivirla consecuentemente bien pudiera ser un nombre de la santidad Cristiana.


Lo dicho exige ciertamente una reconfiguración profunda de la espiritualidad cristiana. Y salir de la lógica y dialéctica del premio-castigo.


En el fondo, esa fue la gran revolución de Jesús, que buscaba continuamente romper la “lógica normal”, acentuando hasta el “escándalo” la absoluta gratuidad divina.”


Andrés Torres Queiruga 

viernes, 16 de julio de 2021

A quien hizo, hace y hará poesía…




“Entre lo que veo y digo.

Entre lo que digo y callo.

Entre lo que callo y sueño.

Entre lo que sueño y olvido.

La Poesía.

Se desliza entre el sí y el no.

Dice lo que callo.

Calla lo que digo.

Sueña lo que olvido.”


Octavio Paz

miércoles, 14 de julio de 2021

Sacralidad fuera de los templos y rituales litúrgicos…



“La religión ha desempeñado en esta tragedia ( pandemia) un papel secundario e insignificante, distraída en salvar sus propias condiciones de existencia, como la defensa de la libertad religiosa y de culto. ¿Qué diríamos de los habitantes de un cabaña encendida, se preguntaba Bertol Brecht, cuando ante el incendio se preocupan con la composición del agua? 


La pandemia reclama a los actores religiosos que impregnen y cimenten el sujeto colectivo a través de la proximidad, de la cercanía, de la empatía con los sufrientes y de un alto grado de ejemplaridad. Y sobre todo anuncien la máxima pretensión del cristianismo: si no hay justicia par los muertos, nunca la habrá con los vivos.


Hubo una parte de la Iglesia, que ha estado centrada y preocupada en la defensa de sus muros insistiendo en la libertad religiosa y de culto por encima del derecho a la salud. Otra parte de la Iglesia se ha sentido igualmente golpeada por la pandemia; se han sentido vulnerados en sus vidas, en sus templos, en sus rituales; en la pandemia se han superado los muros y diluido los espacios sagrados y los profanos. 


Pero también en ella ha habido héroes anónimos, que no han coincidido con los que llevaban custodias por las calles, ni exorcismos, ni proclamas apocalípticas.


Las iglesias no sólo deben someterse al principio de igualdad, sino al principio de ejemplaridad. Si los expertos aconsejan no sobrepasar una determinada ocupación del templo par evitar contagios, los cristianos estamos dispuestos a ser más exigentes porque Dios ama la vida más que la ley o el templo.


En la pandemia se ha evidenciado, que fuera del templo y de los rituales litúrgicos hay sacralidad.”


Ximo García Roca  

sábado, 10 de julio de 2021

Religión no es Evangelio…



“Redactando mis “Memorias” he caído en la cuenta de que, desde hace muchos siglos y sin ver la importancia que tiene este asunto, la pura verdad es que, en los países reconocidos como cristianos, está más presente y es más determinante la Religión que el Evangelio.


No exagero. Ni saco las cosas de quicio. El problema está en que mucha gente no puede ni pensar en esto. Por la sencilla razón de que, para esa gente (que es mucha, muchísima…), Religión y Evangelio son dos palabras y dos hechos, que se refieren a lo mismo.


A fin de cuentas, para quienes piensan así, el Evangelio es uno de los elementos de la Religión.Por eso, en el acto religioso más importante (la misa), la gente que asiste a ese acto, cuando se lee el Evangelio, se pone de pie. Según los sacerdotes de la Religión, el Evangelio es el hecho litúrgico que merece más respeto.


Pero ocurre que, quienes ven así las cosas de la Iglesia, no se dan cuenta de la enorme contradicción que existe en todo esto. ¿Qué contradicción? Pues muy sencillo: el Evangelio (o los cuatro Evangelios) es una recopilación de breves relatos en los que el argumento central y determinante es un enfrentamiento, que termina en conflicto. Un conflicto mortal. El conflicto de Jesús (centro y eje del Evangelio) con la Religión.


En efecto, si con alguien se enfrentó Jesús de Nazaret, fue precisamente con los “hombres de la Religión” y sus instituciones: el templo, los sacerdotes, los ritos, las leyes litúrgicas, los fariseos, fieles observantes de la normativa religiosa.


Religión y Evangelio generan intereses opuestos. La Religión atrae “capital” y “poder”, mientras que el Evangelio se identifica con el sufrimiento de “pobres” y “enfermos”.


Por eso, la tarea urgente de la Iglesia, en este momento, consiste en darse cuanta de que el mayor disparate, que ha cometido en su larga historia, ha sido fundir y confundir el Evangelio con la Religión.”


José Mª Castillo 

miércoles, 7 de julio de 2021

Divina humanidad…

 


“Desde el punto de vista de una teología sana y coherente no se puede hablar de lo natural y de lo sobrenatural, de lo humano y lo divino, como dos planos separados y, menos aún, como dos realidades contrapuestas y enfrentadas la una a la otra, sea cual sea la explicación que se le quisiera dar a semejante separación y enfrentamiento.

Todo el dinamismo humano, ya desde esta vida, está radicalmente invadido, penetrado, transido por lo sobrenatural y lo divino.


Una espiritualidad que sigue a Jesus, nos lleva a actuar en su linea: se puso absolutamente de parte de todas las víctimas del sufrimiento humano, fuera cual fuera la razón de ese sufrimiento.


Esto es lo que explica por qué Jesús se enfrentó a una religión, a unos sacerdotes, a una institución sagrada que, en lugar de aliviar el sufrimiento humano, lo que hacían era provocarlo y agravarlo.


Esa es la espiritualidad que nos hace cada día más libres y más disponibles, en definitiva, más humanos. Para así intentar, en la medida de nuestras posibilidades (las de cada cual), disminuir y aliviar el sufrimiento de tantas víctimas del egoísmo, de la injusticia, de la opresión, de la insolidaridad y de la deshumanización, cosas que por todas partes brotan en este mundo.”


José María Castillo

domingo, 4 de julio de 2021

Creer en Dios…


“Creer en Dios es poner en Él/Ella/Ello, el Misterio más allá de todo número y género, nuestra confianza vital profunda. Creer es la adhesión de todo el ser al Misterio indecible y próximo que nos funda, en el que somos, que somos. Creer en Dios es un acto de confianza y donación del ser entero, que es inseparablemente mente y corazón. 

La fe consiste en estar seguro no de que Dios existe, sino en poner nuestra seguridad en “Dios”, en LO QUE ES, en vivir en “Dios”, y en confiar en nosotros como “Dios” o la Vida confía, en confiar en el mundo y en su futuro como Dios o la Vida confía: activa y pacientemente. En medio de todas nuestras dudas y de todos nuestros desvalimientos, en medio de todos los miedos y horrores de la historia, confiamos en Dios, el Amor, la Vida. 


Para creer en Dios, es preciso que estés constantemente dispuesto/a a purificar tus imágenes y tus ideas acerca de “Dios”. Libera a “Dios” de tus miedos, y sobre todo y ante todo, no tengas miedo a Dios, pues de esa forma te harías daño y pervertirías a Dios. 


Hagas lo que hagas, el Amor o la Vida está siempre de tu lado y a tu favor, para conducirte desde ti a lo mejor de ti, y para hacer de ti un samaritano para con todos los heridos del mundo. Pero el Bien, Sumo Bien, solo Bien no sabe utilizar la amenaza, el castigo ni el chantaje, sino el exclusivo poder de la ternura.


No encierres a Dios en la estrechez de tus conceptos, imágenes, fantasmas y emociones engañosas.


Cree en Dios, que siempre cree en ti. Vuelve a Dios, que siempre está contigo. Redescubre al Dios digno de fe, al Dios cuya fe cura tus heridas y las heridas del mundo.”


José Arregi