jueves, 31 de agosto de 2023

La salvación es siempre…

 


“La salvación no es algo que ha de venir. Tan sólo nos tenemos que abrir a ella. Las potencias de la Realidad originaria, a la que hemos dado tantos nombres, nos impulsa a esta apertura. Nosotros no generamos la salvación, nos abrimos a ella. No somos los buscadores, somos los buscados. Salvación significa caer en la cuenta de nuestra vida divina.

Tal como soy, soy la manifestación de la Realidad originaria Dios. Mi verdadera tarea consiste en ser persona. Persona con todo su potencial. En eso consiste la manifestación única De Dios. 


Por eso digo Sí a mi figura y la celebro como un culto divino. La celebración de

mi vida: he ahí el culto divino.”


Willigis Jäger 

domingo, 27 de agosto de 2023

Si hoy tú y yo… (Poema para M)

 



“Si tú y yo pudiésemos coincidir en lo alto

De esa nube serena

Como dos rayos

De sol o como aves

Que emigran a Sudamérica 

O distraídos espíritus 

Que inocentemente vuelan juntos

En el aire.


O si pudiéramos estar

Unidos como dos barcas amarradas 

O como sólidas balsas errantes 

Que se deslizan río abajo hacia St. Louis o Nueva Orleáns


Si fuera posible fundirnos como los dos versos

De una canción de amor

Dos acordes sonando al unísono


Un acompañamiento perfecto 

Y ser dos símbolos del mismo enigma 

(¡Oh, si se nos permitiera recuperar

Y contar otra vez 

Nuestro sueño de verano!)


Si incluso tú y yo pudiésemos comenzar de nuevo

Como dos extraños en este campo abandonado 

Donde saltan los grillos 

Alrededor de mis pies como la espuma 

De un verde océano...


Pero estoy solo

Solo deambulando de arriba abajo 

Reclinado en el viento absurdo 

Y gritando como un loco

Si solamente tú y yo 

Fuésemos posibles


Pero no importa:

Esta noche es luna llena 

Y (tú cimbreándose entre los edificios

Yo sobre los árboles)

La veremos salir juntos.”


Thomas Merton

lunes, 21 de agosto de 2023

Dejo atrás el miedo… y vuelo




“Dejo atrás el miedo,

tu sonrisa me invita

a dar el siguiente paso,

hacia la alta montaña,

o a través del mar,

a disfrutar de este viaje.


Dejó atrás el miedo, 

porque tú vas conmigo,

me rodeas con tu abrazo,

susurras que todo está bien

y nacerán las flores, sin duda,

que un día sembramos.


Dejo atrás el miedo,

no cabe en estas alas 

de colores recién estrenadas,

siento tu mano, tu luz,

tu suave presencia… y vuelo.”


Esther Fernández Lorente


miércoles, 16 de agosto de 2023

Una lectura literal conduce al dogmatismo y fundamentalismo…



 “Gracias a los estudios historiográficos y exegéticos, cada vez somos más conscientes de que los evangelios no son tanto crónicas históricas -al menos, en el sentido en que nosotros entendemos esa expresión-, cuanto catequesis surgidas en el seno de las diferentes comunidades.

La superación del literalismo en la lectura de los evangelios nos acerca más a la historia y, sobre todo, permite una lectura simbólica mucho más rica, que facilita captar la sabiduría atemporal que contienen, al igual que todo libro sapiencial. Por definición, todo escrito sapiencial es atemporal y universal.


Por el contrario, el literalismo -la absolutización de cualquier texto (da igual que sea el Evangelio, la Bhagavad Gita o Un Curso de Milagros)- conduce al dogmatismo y al fundamentalismo. Y el dogma es la anticomprensión. Por lo que el hecho de ver un texto como intocable y tratar de justificarlo a toda costa constituye el mayor obstáculo para abrirse a la verdad.


Todos los textos son únicamente “mapas” que quieren apuntar hacia al “territorio”; “menús” que la nombran y la ofrecen, pero no la “comida” misma. El drama -con sus secuelas de engaño, confusión y sufrimiento- se produce cuando los mapas se presentan como el territorio mismo, y el menú como si fuera ya la comida, es decir, como la verdad absoluta. Ciertamente, unos textos y unos menús son más acertados o elaborados que otros, pero no pueden ser absolutizados. Porque el territorio o la comida -la verdad- no se pueden poseer, solo se pueden habitar o saborear.


La paradoja que somos -una clave a no olvidar siempre que hablemos de lo humano- muestra que no podemos poseer (tener) la verdad -ningún texto puede pretender estar en posesión de ella-, aunque, sin embargo, en nuestra identidad profunda, la somos.”


Enrique Martínez Lozano

viernes, 11 de agosto de 2023

Siempre somos nosotros…



“La vida no es de nadie, todos somos

la vida -pan de sol para los otros,

los otros todos que nosotros somos-,

soy otro cuando soy, los actos míos 

son más míos si son también de todos,

para que pueda ser he de ser otro,

salir de mi, buscarme entre los otros,

los otros que no son si yo no existo,

los otros que me dan plena existencia,

no soy, no hay yo, siempre somos nosotros.”


Octavio Paz

lunes, 7 de agosto de 2023

Amor y soledad…


 

“Me ha impresionado comprobar que lo único que cuenta es el amor, y que una soledad que no sea sencillamente apertura total del amor y la libertad no es nada. Amor y soledad son el fundamento de la verdadera madurez y libertad. La soledad que se limita a ser únicamente soledad (es decir, que excluye todo cuanto no sea soledad) no merece la pena. La auténtica soledad lo abarca todo, puesto que es la plenitud de un amor que no rechaza nada ni a nadie, que está abierto a todo en todo.”


Thomas Merton

martes, 1 de agosto de 2023

Somos ya lo que andamos buscando…

 


“Seamos o no conscientes de ello, existir implica buscar, por más que, en ese recorrido, puedan darse todo tipo de actitudes, que van desde la apatía escéptica hasta la pasión ansiosa o la desesperanza.

De entrada, nos percibimos como seres que se definen por su necesidad y su carencia, por lo que empezamos dirigiendo nuestra búsqueda hacia el exterior: tiene que haber “algo”, en algún lugar, que colme mi necesidad y sacie mi anhelo. Y ahí, según las situaciones y condiciones de cada cual, se abre todo un abanico de opciones, en las que proyectamos la respuesta ansiada.


Sin embargo, toda esa búsqueda acabará en frustración, ya que, aun sin advertirlo, nos habíamos equivocado de dirección: no hay nada “ahí afuera” capaz de saciar nuestro anhelo.


Esto explica que, llegados a un momento determinado, tras haber padecido alguna que otra frustración y atravesado alguna que otra crisis, nos preguntemos si no será necesario cambiar la mirada, dirigiéndola hacia nuestro interior. En ese momento es cuando iniciamos el llamado “camino espiritual” (o, simplemente, profundo). Es el camino de “vuelta a casa”.


Lo que sucede es que la dinámica de ese camino se va a ver modificada de manera sustancial. Tal vez, aunque sea en nuestro interior, todavía sigamos buscando, en la creencia errónea de que el “tesoro” es algo diferente a lo que ya somos. De nuevo, serán necesarias frustraciones y crisis, hasta llegar a comprender que, en lo profundo, somos ya eso que andamos buscando.


El tesoro siempre había estado aquí, pero éramos incapaces de reconocerlo. No había que conquistarlo, sino simplemente descubrirlo. Es entonces cuando toda búsqueda cesa (más aún, descubres que la propia búsqueda te alejaba del tesoro, porque te estabas diciendo que este se hallaba en “otro lugar”). Lo que ha quedado es un “caer en la cuenta” de lo que realmente somos, más allá de la forma en que nos manifestamos.


Y lo que somos (lo que alienta, impulsa, sostiene y constituye nuestra persona) es aquello que sostiene a todos los seres, aquello de lo que, en último término, está hecho todo lo real. Somos consciencia pura, plenitud de presencia. A partir de ahí se abrirá un camino de integrar lo reconocido y dejarnos vivir en coherencia con ello. Pero habrá cesado la ignorancia original y la ansiedad insaciable.”


Enrique Martínez Lozano