"La tentación que experimentamos en toda religión y en toda espiritualidad consiste en domesticar a Dios, crear un Dios que nos favorece a nosotros, a nuestro grupo, a nuestro país, a nuestra Iglesia... y que derrota a nuestros enemigos. Pero Dios es un Dios que siente compasión por toda la creación y cuyo espíritu vivo está en todo; un Dios que destruye en nosotros todos nuestros cómodos prejuicios y todas nuestras falsas seguridades, religiosas y seculares. Esto a nosotros nos resulta muy doloroso, pero es el dolor del renacimiento."
Gerard W. Hughes