miércoles, 18 de septiembre de 2019

Amar es la única norma...

"Durante años vamos construyendo una identidad que llamamos yo. Nos identificamos con una serie de patrones. Defendemos nuestro yo con ira y con miedo. Pero en el fondo el yo carece de sustancia. Consiste en un cúmulo de cosas aprendidas y no es más que un centro de funcionamiento utilizado como instrumento por nuestra naturaleza esencial. Se disolverá con nuestra muerte; lo que quedará entonces será nuestra verdadera identidad divina.
La mística no está más allá de Dios y del mundo. La mística es Dios y  mundo, una unidad indivisible. Este ser no se puede expresar con palabras, imágenes o símbolos porque toda imagen, símbolo o lenguaje sobre el ser están sujetos a cambios constantes, mientras que lo divino permanece inmutable.
La experiencia mística trasforma a la persona radicalmente. La moral se relega a un segundo plano, pues ahora se ve invadida por un amor global hacia todo y hacia todos. El amor se convierte en  la norma determinante de todas sus actuaciones. La consciencia mística apunta a la unidad. Quien se experimenta como uno con el prójimo tendrá una base totalmente nueva para la moral."

Willigis Jäger