“Tener tus sentimientos, Señor,
es enraizarse en la historia.
Compartir
el ansia de esta creación,
hambrienta de existencia y destino.
Apreciar
lo diminuto,
lo lastimado,
lo ignorado
por voceros de apariencias.
Acoger
a quien no encaja
en los moldes
de lo conveniente y lo oportuno.
Sonreír,
enarbolando una esperanza
que no se apaga.
Temer,
y vencer al miedo.
Salvar distancias
para trenzar afectos,
aun arriesgando todo.
Llorar,
ante la cruz ajena
y en la propia
por la justicia lacerada
por la inocencia vulnerada
por la verdad adulterada
Y exultar,
anticipando
la vida plena
resucitada.”
José Mª Rodríguez Olaizola