jueves, 27 de mayo de 2021

Francisco: bonitos discursos, pero sin actitudes reales de cambio...

 


“Según la etimología, sínodo significa “caminar juntos”, pero en la Iglesia Católica designa sobre todo una reunión de cientos de obispos en Roma presidida por el Sumo Pontífice plenipotenciario, representante del “Cristo divino” en el mundo.

Un sínodo es una reunión en la que casi solo hablan los obispos, nombrados por el papa, y solo ellos votan. Es el clericalismo jerárquico y piramidal en su más pura versión, que el papa Francisco ha criticado pero no corregido.


En sus ocho años de pontificado, ha convocado cuatro sínodos, de los que se han celebrado tres. ¿Y en qué se avanzó? Lo diré en dos palabras: “En nada”. Una nada revestida de mucha retórica. Ocho años son demasiados para no dar ningún paso decisivo e irreversible. No le quedan otros ocho. Y no vale decir que el papa sí quiere, pero no puede por miedo al cisma. La inacción y la inmovilidad está llevando al peor cisma: el abandono de los mejores y el vacío general creciente.


Durante sus ocho años de pontificado, tampoco ha tocado ni una letra del Derecho Canónico ni una coma del Catecismo con su doctrina y su teología más tradicional e inmovilista. Porque este papa, en nombre de un “Dios” imaginado como Ente personal supremo, ofende gravemente a millones de lesbianas, gais, transexuales, bisexuales, intersexuales, queers… cristianas/os, negándoles el reconocimiento y la bendición, y no acepta lisa y llanamente que los divorciados vueltos a casar puedan comulgar en la mesa de Jesús, y sigue humillando a la mitad femenina de la Iglesia católica, negándoles su pleno estatuto eclesial.”


José Arregi