domingo, 30 de mayo de 2021

Merton también sufrió la censura eclesiástica...


 “La idea de que alguien se sacrifica por una causa no nos transmite un mensaje de consuelo, sino simplemente de inutilidad. Personalmente, no quiero ser mártir al servicio de nada. Lo siento. 

Yo deseaba actuar como un cristiano razonable, civilizado y responsable de mi tiempo. Pero no se me permite actuar así. Se me dice que he renunciado a ello. ¡Estupendo! ¿A cambio de qué? A cambio de un silencio que mantiene una complicidad completa y total con las fuerzas sustentadoras de la opresión, la injusticia, la agresión, la explotación y la guerra.


En otras palabras, la complicidad silenciosa es presentada como un “bien mayor” que una protesta sincera y concienzuda: se supone que dicha complicidad forma parte de mi vida consagrada, “para mayor gloria de Dios”.


Por mi parte, rechazo inequívocamente la complicidad. Y quienes me conocen son conscientes de este hecho. 


Al menos, he podido escribir lo suficiente como para dejar claro este hecho.”


Thomas Merton