“Desciendo a lo profundo
De la noche prodigiosa
A la búsqueda de un mensaje de amor
Pero el amor no envía telegramas
No llama desde un teléfono ordinario
No envía fotos, ni habla en magnetofón
No compra regalos.
Apareces como un grito salvaje
Nacido de mi propio y misterioso abismo
Canción intraducible
De las entrañas
De mis más íntimos planetas.
Retornas a mí
Como mi dulce luna callada.
Es medianoche
Y vigilas mi corazón
Como un sol invisible.
Es medianoche
Y me persigues
Ofreciéndome la verdad que necesito
Velas mi infierno
Afligido y lloroso me despierto
Mi casa oscura está rebosante de cometas.”
Poema de Thomas Merton
(Dedicado a M.)