lunes, 8 de junio de 2020

No hay compasión sin justicia...


“No hay compasión sin reconocimiento de la dignidad de los seres humanos. La compasión debe traducirse en indignación por la negación de la dignidad de las personas más vulnerables, de las clases sociales explotadas, de los grupos humanos discriminados y de los pueblos oprimidos, y en defensa de la dignidad de quienes se ven privados de ella.

No hay compasión sin igualdad y justicia de género. La compasión implica luchar contra las desigualdades de género, etnia, cultura, religión, clase y las discriminaciones en función de las identidades sexuales, y por la construcción de una sociedad igualitaria, no clónica, de hombres y mujeres, pero no conforme a igualdad con las conductas patriarcales, sino buscando otros modos alternativos de identidades plurales.

No hay compasión sin la inserción del ser humano en la naturaleza, el reconocimiento de nuestra eco-dependencia y el cuidado de la tierra. Los seres humanos dependemos de los bienes de la naturaleza y nuestra vida se sustenta sobre la biodiversidad. 

No hay compasión sin defensa de los derechos humanos, pero no en abstracto, declarativamente o con un discurso falsamente universalista; no solo los derechos individuales, sino los derechos sociales, ecológicos, emergentes, los derechos de los pueblos, los derechos de las personas a quienes se les niega, etc.

No hay compasión sin hospitalidad, alteridad, projimidad, con las personas refugiadas, desplazadas, migrantes que huyen de la guerra y de la pobreza y buscan condiciones de vida digna.

No hay compasión sin reconocimiento del pluriverso cultural, étnico, religioso y de la biodiversidad. La compasión debe llevar al diálogo entre las diferentes tradiciones culturales, religiosas, étnicas, filosóficas, espirituales y morales. Ninguna religión tiene el monopolio de la salvación. Ninguna cultura tiene la interpretación exclusiva de la realidad. Ninguna filosofía tiene el monopolio de la verdad. Ninguna cosmovisión tiene el conocimiento completo del cosmos.

No hay compasión sin práctica de la justicia a través de la participación en los movimientos sociales que luchan por otro mundo posible, más eco-humano, justo, igualitario y respetuoso de las diferencias.

La compasión implica ser sensibles al sufrimiento de las personas dolientes, aliviarlo y luchar contra sus causas.”

Juan José Tamayo