miércoles, 20 de marzo de 2024

Espiritualidad, religión, Dios, creer…


 

“La palabra espiritualidad ha estado bajo el monopolio de las religiones, pero un sinfín de factores ha producido también un cambio de actitud. Por todas partes está creciendo un uso notablemente laico y profano de esta palabra, espiritualidad, a pesar de su pesada historia.

La palabra “espiritual” está ya totalmente liberada de las resonancias griegas, dualistas, sobrenaturalistas o eclesiásticas en general; nos referimos a una dimensión antropológica reconocida hoy universalmente, aunque con denominaciones muy variadas.


Es hora de sacar a Dios de la religión, a Jesús del dogma y a la Iglesia del sistema. Es hora de la Internacional de la esperanza y de la minería del corazón en busca de la veta de lo divino.


Si evitamos el dogmatismo, los malentendidos entre ateos y teístas, entre progresistas y conservadores, se revelan como impotencias propias y por tanto motivos de diálogo. El posteísmo aparece entonces como un lugar de superación del teísmo y del ateísmo, de encuentro entre la confesionalidad y el laicismo. El teísmo y el ateísmo “débiles” se aproximan en el misterio y la liberación.


La religión que administra a Dios con la doctrina, los rituales y la autoridad, en suma con la letra, es víctima de su arrogancia y el espíritu se le va de las manos. Creer no es tener un Dios o a Dios, por muy revelado que sea, o haya sido dado con autoridad, es convivir a media luz dando valor a todo.”


Santiago Villamayor