“No sabemos mucho acerca de Jesús. Pero si seguimos sus huellas percibimos que él buscó a Dios, que encontró a Dios, que quiso revelar a ese Dios como próximo a cada hombre y como cercano de cada uno de nuestros prójimos. Quien quiere saberlo sabe también que la voz de Jesús sigue siendo una voz viviente, su verdad una verdad aún viva, y su Dios un Dios aún viviente y cercano.
Este Jesús está enterrado bajo una montaña de cursilería, fábulas y fraseología eclesiásticas. Es preciso redescubrir a Jesús.”
Uta Ranke Heinemann