“La vida es un constante adviento que nos pide estar preparados y preparadas para acoger la novedad de Dios en cada momento y situación. La pregunta religiosa fundamental no es tanto ¿dónde está Dios? sino ¿cómo está Dios?.
A veces irrumpe como grito empeñado en hacernos despertar de nuestras somnolencias cómplices, empujándonos a salir de nuestras zonas de confort ante la injusticia, y el olvido de los otros. Otras lo hace con la suavidad de una caricia que nos sana y nos capacita para ser cauces de consuelo y liberación en las heridas del corazón del mundo y de la historia, a poner en el centro la vida, la alegría y la esperanza en medio de tanto destrozo del que estamos siendo contemporáneos.
Un Dios que no soluciona nada mágicamente, pero nos sostiene en todo y nos lanza siempre guiños desde el abajo y el adentro de la historia.
Nos desafía a vivir con atención plena y desde la hondura de lo cotidiano.”
Pepa Torres