miércoles, 29 de marzo de 2023

Es necesaria la conversión institucional…

 


“Se necesita urgente la conversión del modelo eclesial. De esa estructura piramidal y centrada en la figura del sacerdote, es necesario pasar a una estructura sinodal que, significa, una comunidad de hermanos y hermanas donde todos se disponen a caminar juntos.

Se necesita urgente la conversión de la separación entre la vida de fe y el mundo de la vida. Ser cristiano no es sacar tiempo para la oración diaria, la eucaristía, alguna devoción, alguna limosna, algún sacrificio, alguna norma moral que se cumple. Ser cristiano es vivir las 24 horas del día “haciendo el bien”. Eso implica preocuparse por lo social, lo político, lo económico, lo cultural, lo familiar, es decir, todos los aspectos de la vida, buscando cómo hacer para que prime el bien común, para que todo funcione de la mejor manera para todos, especialmente para los más necesitados. 


Se necesita urgente la conversión hacia los temas más álgidos que por no enfrentarlos van creando ese muro de separación entre muchas personas y la Iglesia. Temas álgidos son la participación plena del laicado en la Iglesia y, con justa razón, de las mujeres. Es también la moral social y sexual que no parece caminar al ritmo de las comprensiones actuales que, no son relativismo, sino asumir la complejidad de lo humano y buscar diferentes salidas. Es también dar la cara por tantos abusos sexuales y de poder que han cometido miembros de la Iglesia y buscar reparar el dolor de las víctimas. En fin, en cada contexto salen temas complejos que no han de evadirse.”


Consuelo Vélez 

domingo, 26 de marzo de 2023

Una espiritualidad integral…

 


“Somos uno con todo. Venimos del Todo a esta corta vida, en comunión con todos los demás vivientes. Nos dirigimos al Todo, en unión con el Aliento Vital de todo, a través del tránsito liberador o pascua que llamamos muerte. Somos minúsculos pulmones de la pascua interminable de la vida.

Si todo cuanto es y nuestro propio ser lo observáramos y sintiéramos como uno con Todo…, si desarrolláramos una cosmología, una antropología, una psicología, una filosofía de la comunión universal  (o una “teología” del Misterio de Bien y de Bienaventuranza, más allá del “Dios Señor de lo alto” metafísico separado, más allá de la religión)…, si aprendiéramos y enseñáramos a detenernos, a callar, a escuchar, a mirar, a admirar, a sentir, a conmovernos, como primer aprendizaje y asignatura en todos los currículos…, si implementáramos una pedagogía de la comunión universal, de la projimidad compasiva en todos los ámbitos vitales y sociales (la educación, la ciencia, la política, la economía, toda la cultura)…, si practicáramos personal y públicamente lo que Ken Wilber llama “espiritualidad integral”…, todo se transformaría. Se nos abriría el aliento. Viviríamos.


He ahí el gran reto de hoy, el más grave de todos los tiempos: o bien crecemos y educamos en esa interioridad hecha de projimidad o nos asfixiamos a nosotros mismos y los unos a los otros en la competición acelerada por el crecimiento. Sin duda, el Aliento infinito de Lo que Es seguirá animando aun sin nosotros. Pero en aquello que nos concierne a nosotros, depende también de nosotros.”


José Arregi

jueves, 23 de marzo de 2023

Poder y obediencia…



 “Durante siglos la Iglesia se ha involucrado en el poder de este mundo. La Iglesia misma es, en verdad, un poder terrenal.

El gran problema de la vida contemplativa, de la vida religiosa, del sacerdocio y de cada uno de nosotros es que hemos sido corrompidos por ese poder. Hemos sido utilizados por esa estructura para justificar una política de poder en el seno de la Iglesia.


Los contemplativos son considerados, por excelencia, como personas que aceptan sin cuestionar todo cuanto viene de la jerarquía. Nos han convertido en el grupo religioso que venera y justifica a ese poder. Podríamos estar involucrándonos en una de las grandes formas de la idolatría. No deliberadamente, pero podría interpretarse que esa es nuestra actitud. 


Pero eso a la Iglesia no le hace ningún favor; puede incluso ser un escollo en su camino. Tenemos que reflexionar sobre eso. Si hemos de tomar en serio nuestra vocación profética, no podemos dejar de examinar este aspecto.”


Thomas Merton

sábado, 18 de marzo de 2023

Creencias limitantes…


 

“La más común y nociva de las creencias limitantes es la idea de que para ser feliz y vivir en paz algo debería ser distinto de como es ahora. Ésta es la principal causa del sufrimiento psicológico, ¿Puedes imaginar cómo sería tu vida en este instante sin el ruido de fondo que constantemente te dice que algo te falta o que algo debe cambiar para poder ser feliz?

Una vez despierta en nosotros el interés por descubrir qué es y cómo funciona esta constante sensación de que algo me falta para estar bien, el foco de la atención se centra en chequear la creencia y así la mirada interior se va consolidando. De forma natural dedicamos más tiempo y energía a observarnos, a indagar con la mirada, a interesarnos por lo que está aquí presente en nosotros, dando paso a lo que conocemos como meditación.


La meditación es el espacio donde toda creencia se disuelve. Como en un pueblo de interior, en aquellos tiempos de antaño donde sus habitantes lavaban las ropas en el agua pura del río que lo cruzaba. Así funciona la meditación: como una corriente de agua fresca que limpia la falsa creencia de que para sentirse pleno y feliz las cosas deberían ser distintas de como son. Es el agua donde se diluye la sensación infundada de que algo me falta para sentirme completo tal y como soy.


Este descubrimiento va transformando nuestros comportamientos y actitudes, sintonizándolos con nuestra mejor versión, la que funciona desde la satisfacción y no desde la necesidad. Meditando nos quitamos esas gafas que nos impedían ver las cosas tal y como son, y así descubrimos que nuestra verdadera naturaleza es la plenitud y que el sentido de carencia del que se derivan nuestros patrones disfuncionales no es más que una creencia no investigada, una ilusión desenfocada… una cuerda con aspecto de serpiente.”


Jordi Casals

lunes, 13 de marzo de 2023

Aprender de la vida…

 


“Lo mejor para las turbulencias del espíritu, es aprender. Es lo único que jamás se malogra. Puedes envejecer y temblar, anatómicamente hablando; puedes velar en las noches escuchando el desorden de tus venas, puede que te falte tu único amor y puedes perder tu dinero por causa de un monstruo; puedes ver el mundo que te rodea, devastado por locos peligrosos, o saber que tu honor es pisoteado en las cloacas de los espíritus más viles. Solo se puede hacer una cosa en tales condiciones: aprender.”


Marguerite Yourcenar

viernes, 10 de marzo de 2023

Cosas que espero que no ocurran…




“Que no se adueñen del mundo

los monstruos de la ira.

Que no acaparen la poesía

los traficantes de eslóganes.

Que no controlen la fe

los carceleros de las preguntas.

Que no decidan el futuro

los que negocian con miedos.

Que no se apropien de Dios

los que rechazan al prójimo.

Que no escojan el camino

los que arrinconan la imaginación.

Que no escriban la partitura

los que desprecian la música.

Que no definan el amor

los que nunca han llorado.”


José Mª Rodríguez Olaizola 

martes, 7 de marzo de 2023

Por la igualdad y dignidad de la mujer en la Iglesia…

 


"No puede ser que la Iglesia utilice la mano de obra femenina sin considerar que tenemos mucho más que entregarle. Porque, además, la Iglesia se sostiene por las mujeres, no hay más que ver las parroquias. Por eso, pedimos la plena incorporación de las mujeres en sus estructuras. Y queremos que esa presencia sea activa y más decisoria. Reivindicamos tener voz y voto en las estructuras de la Iglesia e incrementar la participación en la toma de decisiones.”

Pepa Torres

domingo, 5 de marzo de 2023

Sigue pendiente la primavera eclesial…



 “La Iglesia Católica romana se define y funciona de acuerdo a un modelo clerical vertical, autoritario, masculino y célibe. Es un modelo enteramente obsoleto, sin fundamento alguno en Jesús y en las primeras generaciones cristianas (si bien hay que decir que dicho modelo no sería hoy vinculante ni en el caso, totalmente irreal, de que lo hubiese instaurado Jesús en persona y lo hubiesen aplicado todas las comunidades cristianas al unísono desde el principio, al igual que ya no son vinculantes para hoy el pergamino o el papiro y la tinta con que entonces escribían).

El papa Francisco ha advertido una y otra vez en términos severos contra la tentación del clericalismo, pero no ha dado ningún paso decisivo para hacerlo desaparecer, ni siquiera para relativizarlo. Ha denunciado con razón que “los laicos clericalizados son una plaga en la Iglesia”, pero no que esa plaga es derivada del modelo clerical de Iglesia ni que este modelo es la causa principal de los grandes males sistémicos de esta Iglesia católica romana (agresiones sexuales incluidas) y que hay que derogarlo en nombre de Jesús y de la fraternidad-sororidad universal a la que la humanidad aspira.


La erradicación del modelo clerical piramidal, autoritario y masculino requiere la transformación radical del discurso teológico en su conjunto y el desmantelamiento de los cimientos mismos del actual Código del Derecho Canónico. No habrá primavera en la Iglesia mientras eso no suceda, como no podrán avanzar los sínodos mientras la última palabra la tengan el papa y los obispos nombrados por él a dedo, ni mientras el papa siga siendo plenipotenciario, elegido por los cardenales nombrados por el papa anterior, y obligado lógicamente a ceder el poder real a curias que lo ejercerán en la mayor opacidad y fuera de todo control, y ello en nombre de Dios y del papa, que apenas se enterará y que poco podrá hacer aunque se entere. Y no bastará con reformar la burocracia curial, es decir, fundamentalmente, redistribuir dicasterios y poderes y cambiar protocolos.”


José Arregi