“Nuestra tarea más importante es darnos cuenta del hecho de que nuestra nueva conciencia del espacio ya no admite las imágenes religiosas tradicionales con que nos representamos nuestro encuentro con Dios.
Al mismo tiempo, también hemos de reconocer que esas imágenes tradicionales nunca fueron esenciales para el cristianismo. Debemos recuperar la conciencia de que nuestro Dios no necesita templo, ni aun catedral.
El Nuevo Testamento enseña que Dios tiene un solo templo indestructible, que es el ser humano mismo.
Comprender que Dios está presente en el mundo en el ser humano no es ninguna idea nueva ni radical, de hecho. Por el contrario, es una de las enseñanzas más elementales del Nuevo Testamento.”
Thomas Merton