miércoles, 6 de octubre de 2021

Discordancias eclesiásticas con el Reino de Dios…



 “La ministerialidad de la mujer y el celibato opcional no pueden depender de la sinodalidad. Tienen que depender de la verdad y la libertad evangélicas. Creo que la ministerialidad de la mujer cristiana y el celibato opcional para todo ministerio son dos hechos hoy incontrovertibles de la voluntad de Cristo.

Con el conocimiento actual del Nuevo Testamento, de los Derechos Humanos y de la sexualidad no puede seguir en pie esta disciplina eclesial. Empeñarse en esta tradición disciplinar para seguir manteniéndola como voluntad del Espíritu de Jesús es luchar claramente contra la verdad y libertad evangélicas, los Derechos humanos y la mentalidad científica.


El que la mujer pueda desempeñar cualquier ministerio en igualdad de condiciones que el varón es una verdad más brillante hoy que en épocas pasadas. Todo ser humano bautizado “ha sido revestida de Cristo”. Lógicamente puede representarle ante sus semejantes.


La movilización feminista católica, junto con la movilización de los curas casados, es un signo de los tiempos incuestionable. Seguir dando la callada por respuesta está minando la autoridad de la Iglesia y propiciando la desobediencia silenciosa a las normas eclesiásticas del estamento clerical.


¿A quién puede convencer hoy la argumentación del celibato obligatorio?Abochorna a cualquier cristiano actual medianamente conocedor de la sexualidad humana. ¿Quién puede creer como revelación cristiana que el uso sexual es “impuro” ante Dios, y por ello impide cualquier relación o contacto con lo “santo, divino, sagrado”? 


Rufo González