martes, 8 de junio de 2021

La iglesia católica, para ser creíble, debe cambiar...

 


“Propongo el siguiente decálogo de las transformaciones que considero necesarias en el seno de la Iglesia católica como condición necesaria para que el cristianismo pueda recuperar la credibilidad perdida.

1. Enraizarse en su origen cristiano conforme al evangelio de Jesús de Nazaret, proseguir sus prácticas de liberación en el mundo injusto y desigual en el que perviven, e incluso crecen, las desigualdades de etnia, cultura, religión, clase social, género, identidad sexual, etc.


2. Renunciar al patriarcado en el que está instalada la Iglesia católica, utilizar un lenguaje inclusivo e incorporar a las mujeres a todos los ministerios y funciones eclesiales.


3. Renunciar a la exclusividad confesional y a la autor-referencialidad, practicar el ecumenismo con acciones verdaderamente ecuménicas como la abolición tanto de todas las excomuniones recíprocas como de las condenas a teólogas y teólogos católicos, la plena hermandad eucarística y el reconocimiento de los ministerios de las iglesias cristianas hermanas.


4. Renunciar al eurocentrismo y al imperialismo romano, aprender de otras religiones y reconocer una autonomía adecuada a las iglesias nacionales, regionales y locales.


5. Apoyar un orden social mundial justo, crítico del neoliberalismo y de la necro-política, que elimine la brecha cada vez mayor entre personas y países ricos y pobres.


6. Defender un orden mundial respetuoso del pluriverso cultural, religioso, étnico y afectivo sexual, sin aporofobia, xenofobia ni racismo epistemológico, social o económico, ni lgtbi-fobia.


7. Abogar por un orden mundial fraterno-sororal con igualdad de derechos y responsabilidades de hombres, mujeres y otras identidades afectivo sexuales, más allá de la heteronormatividad y de la binariedad sexual.


8. Trabajar por un orden mundial que construya la paz basada en la justicia y contribuya a la resolución de los conflictos a través de la negociación y del diálogo.


9. Comprometerse en la construcción de un orden mundial que reconozca y respete la dignidad, la integridad y los derechos de la Tierra y la hermandad de los seres humanos con todos los seres del Planeta.


10. Potenciar el diálogo y la paz entre las religiones y las naciones como contribución a la paz mundial y alternativa al choque de civilizaciones y a las guerras de religiones, que todavía existen.”


Juan José Tamayo