“Para encontrarnos con el Dios vivo y verdadero a quien poder entregar el corazón necesitamos negar a aquel Dios construido por el imaginario religioso y atrapado en las redes de la doctrina.
Después de habernos sumergido en Dios y haber sentido cómo nace de dentro mismo de nuestro corazón, podremos libremente reasumir las metáforas con las que nos acercamos al Misterio.
Aun sin un nombre adecuado, Dios arde en nuestro corazón e ilumina nuestra vida. Entonces no necesitamos ya creer en Dios, sabemos simplemente de su existencia porque lo experimentamos.”
Leonardo Boff