miércoles, 12 de agosto de 2020

Espérame...




Espérame sin hora, donde la garza blanca 

se posa sin hollar. 

Espérame en el río, 


que está lejos el mar. 


Espérame en la noche de estas tinieblas claras 


sin luz artificial. 


Espérame en el sol, callado y crudo, 


sentado a cualquier puerta que convide a sentar. 


Espérame más viejo, más joven, más sin años, 


más sin tiempo; quizás 


más cerca de mí mismo 


y de toda verdad. 


Desnudo y libre, como un niño indio 


que aún no han podido civilizar!”


Pedro Casaldáliga