"A los obispos les falta fe flexible y acogedora, sin temores ni fronteras.
El mismo y humano corazón que el Hijo de Dios vino a abrir y desbordar es el que los obispos se empeñan en cerrar. El miedo es el peor consejero. ¿Quién si no él ha redactado el reciente documento publicado por la Comisión para la Doctrina de la Fe en el que los obispos arremeten contra el “mindfulnes” y la meditación zen? Juzgan sin tapujos que estas prácticas, felizmente ya muy extendidas, son “incompatibles” con la fe cristiana.
Carecen de futuro quienes se mueven por el miedo y no por el amor, quienes separan en vez de unir.
El creciente arraigo de los heterodoxos que nunca dejaron de ser vivificados por el Espíritu, de los fronterizos que nunca creyeron que la Iglesia fuera coto, sino comunión ancha y amable, inquieta a quienes temen merma de feligresía. Se sentencia la jerarquía a sí misma si condena los caminos de retorno al ser, a la interioridad, si señala con el dedo a los refugios de sincera y más universal espiritualidad que a lo largo de todos los últimos años se vienen abriendo sin su beneplácito."
Koldo Aldai
(tomado de Religión Digital)