lunes, 26 de diciembre de 2022

Nos invita la Navidad…



 “Según la tradición cristiana, el Hijo de Dios nace en Belén, donde menos se esperaría: en la población más pequeña, la más olvidada. Claro que Dios sigue naciendo hoy donde nadie lo imaginaría, pero no sólo socialmente (en los barrios marginados, en el exilio...), sino también donde menos lo esperaríamos de nuestro corazón. 

La gente de Belén no recibe a la sagrada Familia: no quieren problemas, están en su seguridad, confortablemente instalados. Nosotros somos como esas gentes cuando cerramos la puerta a las novedades, cuando nos agarramos a las tradiciones y las fosilizamos en lugar de recrearlas. El mundo se resiste al nacimiento de lo Nuevo. Meditar es tener el coraje de abrirse a lo naciente.


Cristo nace en el pueblo judío, pero quienes primero le reconocen y adoran no son sus compatriotas, sino los extranjeros. Me pregunto si en la Iglesia católica de hoy no necesitaremos de la luz de los paganos, de los de fuera, para entender el misterio de Cristo. Si no hemos domesticado a nuestro Maestro. Si no le hemos puesto el copy-right y nos creemos que es una propiedad privada, en lugar de patrimonio de la humanidad.


Navidad es una invitación a que Jesús nazca no sólo en la cuna de Belén, sino en la de nuestro corazón.


Una invitación, en fin, a acoger al forastero, al distinto, al que piensa diferente, al que es de otro partido, de otra clase social, de otra religión.”


 

Pablo d'Ors