domingo, 12 de septiembre de 2021

Son problema: clericalismo y un inhumano derecho canónico …



 “Un obispo dimite y anuncia que se ha enamorado y, supongo, proyecta compartir su vida con la persona de la que se ha enamorado. ¿Y? ¿Dónde está el problema?

El problema es el sistema eclesiástico que hace que toda esta historia, siendo tan humana, haya de ser vivida de manera dolorosa e inhumana por tantos lados. El Derecho Canónico por el que se rige la Iglesia católica: eso es lo más inhumano de toda esta historia.


El problema es que haya tenido que dimitir para poder compartir su vida con la mujer que ama. Y ello a pesar de que todos los apóstoles, apóstolas, clérigos y obispos de los primeros siglos que lo quisieran se casaban. El problema es que la Iglesia católica aún no se ha reconciliado con el cuerpo, la sexualidad, el eros, y sigue absurdamente empeñada en imponer el celibato a su “cuerpo clerical”, para mejor manejarlo. El precio de dolor es enorme.


El problema es que ningún obispo es elegido por la comunidad, sino por un papa supremo, es decir, por las oscuras camarillas que lo dirigen.


Seamos honestos: el problema es el clericalismo que rige la institución eclesial, toda ella. El problema es una Iglesia dominada todavía por un poder absoluto (difuso, oscuro y anónimo por definición), por un clero masculino nombrado a dedo, machista y homófobo en el fondo (y en la forma a menudo). El problema son los seminarios en los que –cada vez más– se siguen inculcando ese modelo y esa doctrina en nombre de lo que llaman “Dios”. He ahí el problema de hoy y de mañana.”


José Arregi