“Cuídate de la tentación de rehusarte al amor; de rechazar el amor, por motivos ostensiblemente espirituales. Ten en cuenta la malsana esterilidad de quienes reclamando el amor a Dios, en realidad, se han dispensado ellos mismos de las obligaciones de amar a alguien, y han permanecido inertes y aturdidos en el pequeño círculo de lo abstracto; enredados con otros pocos que son tan estériles como ellos mismos.”
Thomas Merton