domingo, 25 de agosto de 2024

Religión y Fe



 “Los cristianos de las primeras comunidades se sienten antes que nada seguidores de Jesús.

Por desgracia, tal como es vivido hoy por muchos, el cristianismo no suscita "seguidores de Jesús", sino adeptos a una religión. No genera discípulos, que, identificados con su proyecto, se entregan a abrir caminos al Reino de Dios, sino miembros de una institución que cumplen, mejor o peor, sus obligaciones religiosas.


La renovación de la Iglesia está exigiendo hoy pasar de unas comunidades formadas mayoritariamente por "adeptos" a unas comunidades de "discípulos" y "seguidores" de Jesús”. En definitiva, se ha fomentado más la Religión que la Fe.”


Jose Mª Castillo

domingo, 4 de agosto de 2024

Ser humano completo…

 


“¿Cuál es la estructura esencial del ser humano? La tradición occidental y cristiana nos dice que el espíritu identifica al ser humano dentro del universo de los demás seres. Por eso, cuando decimos espíritu, no hemos de pensar que estamos ante una parte del ser humano penetrada por otra llamada cuerpo. El cuerpo y el espíritu son cualidades del ser humano todo y no dos componentes que se junten y se sumen para dar lugar al ser humano. El cuerpo es el ser humano entero (por tanto, el cuerpo y el espíritu del lenguaje vulgar) en cuanto que tiene una dimensión hacia la tierra y hacia la sociedad, en cuanto que ocupa un lugar teniendo una infraestructura biológica, psicosocial, siendo limitado y mortal. Y el espíritu es el ser humano entero en cuanto que tiene una dimensión hacia el cielo, hacia lo transcendente de la alteridad, en cuando que se abre al misterio del otro y del Gran Otro, transcendiendo los mecanismos del principio de realidad, viendo una libertad abierta, siendo ilimitado e inmortal.

El espíritu, por tanto, no significa una parta del ser humano sino una manera de existir del ser humano. Es el modo de ser propio de esa realidad llamada ser humano.”


Leonardo Boff

domingo, 14 de julio de 2024

Creencias y verdad…



“No hace mucho, un amigo me comentaba que le había regalado algunos de mis libros a un conocido teólogo, considerado “progresista”. Y recibió la siguiente respuesta: “Mira a ver si esos libros te ayudan a mantener tu fe cristiana o no… y actúa en consecuencia”.

No se podría haber mostrado con más claridad la trampa que encierra toda creencia absolutizada: lo que interesa no es la verdad, sino sostener la propia creencia.

Con respecto a cualquier creencia que se absolutiza, me parece que son válidas las siguientes afirmaciones:

  • Toda creencia es un constructo mental (un “mapa”) y no puede no serlo.
  • En cuanto recibida, el contenido de toda creencia es siempre un conocimiento “de segunda mano”.
  • Cuando se absolutiza una creencia, cesa la búsqueda de la verdad (ocurre también en el campo científico).
  • Pierde interés la búsqueda de la verdad; lo que importa es sostener, fortalecer y expandir la propia creencia.
  • ¿Por qué se produce eso? Porque, de manera consciente o no, se ha identificado la propia creencia con la verdad.
  • Consecuencia: la verdad aparece como posesión propia, algo que se posee.
  • ¿Por qué se hace? Porque aporta una sensación de seguridad: la visión que aporta la creencia hace que sus adherentes se sientan más seguros.
  • ¿Cuál es su función? Prevenir o incluso exorcizar el miedo a la incertidumbre, a la duda, al sinsentido, en definitiva, al vacío. Se ha dicho que uno de los mayores miedos que tienen las personas es a abrir las puertas del conocimiento y descubrir que aquello en lo que habían creído, realmente no existe.
  • Consecuencia: la creencia, así entendida, constituye el mayor obstáculo para abrirnos a la verdad, al impedir la desnudez necesaria para poder acogerla, sea cual sea, más allá de las propias creencias.
  • Cuando se desmorona nuestro sistema de creencias, se produce una pérdida de primera magnitud, que requiere un duelo adecuado.
  • Y, sin embargo, como suele ocurrir en las crisis, esa pérdida constituye una gran oportunidad para trascender las creencias de todo tipo, situarnos en disposición humilde y desapropiada de apertura a la verdad y anclarnos en nuestra única certeza: la certeza de ser.
  • ¿Qué hacer? No conformarse con creencias o conocimientos de segunda mano, anclarse en la certeza de ser y no aceptar ni creer nada que uno mismo no pueda experimentar.”



Enrique Martínez Lozano

viernes, 28 de junio de 2024

Fundamentalismo religioso…



 “El término “fundamentalista” tiende a aplicarse a creyentes de las distintas religiones, sobre todo a los judíos ultra-ortodoxos, a los musulmanes integristas y a los cristianos tradicionalistas. Pero también debe extenderse a las personas creyentes de otras tradiciones religiosas como el budismo, el hinduismo y en no pocos de los llamados “nuevos movimientos religiosos”.

Todos los fundamentalismos religiosos poseen características comunes: ausencia de hermenéutica y lectura literal de los textos sagrados: imagen patriarcal de Dios en las religiones monoteístas; afirmación de la inferioridad de las mujeres y, a veces, justificación de la violencia contra ellas en base a los textos sagrados; consideración de la masculinidad como referente de lo humano y de los valores morales; justificación de la violencia contra las personas no creyentes, las creyentes de otras religiones y las disidentes de la misma religión, una violencia que dice ejercerse en nombre de Dios; condena de la modernidad y del pluralismo inherente a ella; absolutización de la tradición, considerada norma de vida;  imposición del  pensamiento único; absolutización de las autoridades religiosas que actúan como representantes únicas de la divinidad y se convierten en “masculinidades sagradas”; interpretación religiosa de la realidad, generalmente pesimista y catastrofistas.


Todos los fundamentalismos tienen rasgos comunes que los hacen enseguida reconocibles. He aquí algunos: absolutización de lo relativo, que desemboca en idolatría; universalización de lo local, que desemboca en imperialismo; generalización de lo particular, que desemboca en pseudo-ciencia; elevación de lo opinable a verdad absoluta, que desemboca en dogmatismo; simplificación de lo complejo, cuyo género literario es el catecismo; eternización de la temporal, que desemboca en teología perenne; reducción de lo múltiple a lo uno, que desemboca en verdad única; sacralización de lo profano, que desemboca en confesionalización.”


Juan José Tamayo 

sábado, 8 de junio de 2024

Convivencia sana…



 “Con demasiada frecuencia, el ser humano recurre a descalificaciones, utilizando recursos simplones, que consisten en imponer una etiqueta despectiva a quienes discrepan de sus propios planteamientos.


Bien mirado, el fenómeno de la descalificación esconde, al menos, estas características: pereza intelectual, autoafirmación del propio ego, desprecio del otro e inseguridad afectiva de base.


Frente a la tendencia a la descalificación, que con frecuencia suele ir acompañada de acritud, la convivencia sana requiere valoración del otro, respeto y empatía. Más brevemente, tal convivencia armoniosa únicamente es posible cuando, superando la falsa creencia de separatividad, que nos hace creernos yoes separados, se vive de manera expresa en la consciencia de unidad.”


Enrique Martínez Lozano

martes, 14 de mayo de 2024

Contra el proselitismo…




 “Casi todas las religiones  (en realidad, casi todas las ideologías) han nacido con afán proselitista. Creyéndose portadoras de la verdad absoluta, consideraban que debían hacer llegar su verdad al mayor número posible de personas. En el caso del cristianismo, es proverbial la insistencia en el carácter universal de su misión.

No es extraño. Una lectura literal de los evangelios lleva a creer que esa misión habría sido encomendada por el propio Jesús (es decir, por Dios mismo) y habría de alcanzar nada menos que “a toda la creación”.


Sin embargo, una mayor comprensión del texto desmonta aquella lectura y la pretensión que conlleva. Por una parte, en cuanto a la forma, parece seguro que esas palabras no fueron pronunciadas por Jesús, sino que nacieron en el seno de aquellas primeras comunidades donde se fraguaron los relatos evangélicos. Por otra, yendo más al fondo, su contenido tiene un carácter mítico que a la conciencia moderna le resulta literalmente inaceptable.


Una vez que hemos superado la consciencia mítica, en la que esos textos están escritos, entendemos que aquella “creencia proselitista”, justamente característica del nivel mítico de consciencia, resulta insostenible en una consciencia racional y pluralista. No solo es un rasgo típicamente sectario (como la creencia de ser el “pueblo elegido”), sino que todo intento de convencer, constituye, al decir de José Saramago, “una falta de respeto y un intento de colonización del otro”.


El error de base de aquella creencia mítica radica en confundir la verdad con una creencia o un dogma, en definitiva, con un concepto mental y su correspondiente formulación. Pero ningún concepto, ninguna creencia puede ser la verdad. Por definición, como hace siglos enseñaba el taoísmo, la verdad que puede ser nombrada no es la verdad. Porque esta trasciende todo objeto mental. Y lo que podemos nombrar son únicamente objetos que nuestra mente ha delimitado.


Comprendo que este planteamiento sea percibido como amenaza para quien ha puesto su seguridad en una creencia. Pero parece indudable que no hay creencia que pueda aportar seguridad. Sin contar con que una creencia de ese tipo resulta en la práctica sumamente peligrosa. La seguridad es una con lo que somos, anterior a la mente, y nos sostiene cuando permanecemos en la certeza de ser.”


Enrique Martínez Lozano

domingo, 12 de mayo de 2024

Libertad de espíritu…

 


"Una de las mayores conquistas de la persona humana en su proceso de individuación es la libertad de espíritu. La libertad de espíritu es la capacidad de ser doblemente libre: libre de los mandamientos, normas, estándares y protocolos que fueron inventados por la sociedad y las instituciones para uniformar comportamientos y moldear personalidades según tales determinaciones. 


Y fundamentalmente significa ser libre para ser auténtico, pensar con su propia cabeza y actuar de acuerdo a su norma interior, madurada a lo largo de toda la vida, en resistencia y tensión con esos mandatos."


Leonardo Boff

domingo, 5 de mayo de 2024

La puerta del cielo está en todas partes…



 “En el centro de nuestro ser hay un punto de nada, un punto de pura verdad, un punto o chispa que pertenece enteramente a Dios, que nunca está a nuestra disposición, desde el cual Dios dispone de nuestras vidas, y que es inaccesible a las fantasías de nuestra mente y a las brutalidades de nuestra voluntad. Este puntito de nada y de absoluta pobreza es la pura gloria de Dios en nosotros. Es, por así decirlo, Su nombre escrito en nosotros, como nuestra pobreza, como nuestra indigencia, como nuestra dependencia, como nuestra filiación. Es como un diamante puro, al que arranca sus destellos la invisible luz del cielo. Está en todos, y si pudiéramos verlo, percibiríamos cómo esos miles de millones de puntos de luz se unen en el rostro y el fulgor de un sol capaz de hacer que se desvanezca por completo la oscuridad y la crueldad de la vida... No tengo programa para esa visión. Se da, simplemente. Pero la puerta del cielo está en todas partes.”

Thomas Merton

domingo, 21 de abril de 2024

En el corazón está Dios…



 “Miré la cruz y a los cristianos desde todos los ángulos. Él no estaba en la cruz. Fui al templo hindú, a ]a vieja pagoda. En ninguno de los dos lugares encontré la huella de Él. Fui a los altos del Herat y a Kandahar y miré por allí. Él no estaba en los altos ni en el valle. Con determinación me encaminé a la cima del monte Kaf. Allí vivía únicamente el ave Anqa. Fui a la Kaaba y no le encontré allí. Pregunté a Ibn Sina por su naturaleza: estaba más allá de las definiciones del filósofo Avicena... Miré en mi propio corazón. En ese lugar le vi. No está en ningún otro lugar.”


Rumi

sábado, 13 de abril de 2024

La belleza…



“Enemigo de la guerra

Y su reverso, la medalla,

No propuse otra batalla

Que librar al corazón

De ponerse cuerpo a tierra

Bajo el peso de una historia

Que iba a alzar hasta la gloria

El poder de la razón.


Y ahora que ya no hay trincheras

El combate es la escalera

Y el que trepe a lo más alto

Pondrá a salvo su cabeza

Aunque se hunda en el asfalto

La belleza.


Míralos como reptiles,

Al acecho de la presa,

Negociando en cada mesa

Maquillajes de ocasión;

Siguen todos los railes

Que conduzcan a la cumbre

Locos, porque nos deslumbre

Su parásita ambición.


Antes iban de profetas

Y ahora el éxito es su meta;

Mercaderes, traficantes,

Más que nausea dan tristeza,

No rozaron ni un instante

La belleza.


Y me hablaron de futuros

Fraternales, solidarios,

Donde todo lo falsario

Acabaría en el pilón.

Y ahora que se cae el muro

Ya no somos tan iguales

Tanto tienes, tanto vales

¡viva la revolución!


Reivindico el espejismo

De intentar ser uno mismo,

Ese viaje hacia la nada

Que consiste en la certeza

De encontrar en tu mirada

La belleza.”


Luis Eduardo Aute

viernes, 12 de abril de 2024

Intimidad…



 “Dios empieza a ser percibido en lo íntimo del ser humano. Si en el anterior paradigma es el que hace, en éste, es el que hace ser. Dios es percibido como el Fondo y Fundamento de lo Real, la Dimensión de Profundidad, de que hablara Paul Tillich. De acuerdo con la nueva cosmovisión, tiende a atenuarse el dualismo, cae por tierra el intervencionismo, y la Trascendencia empieza a entenderse como intimidad. Se pasa, a la vez, de una visión fixista de la realidad a otra evolutiva. En consecuencia, cambiará también el modo de leer el esquema de la “historia de la salvación”. La misma “salvación” se empezará a leer como “liberación”, realización, transformación, recuperando las dimensiones social, mundana, histórica, ecológica...”


Enrique Martínez Lozano

domingo, 31 de marzo de 2024

Está vivo y hace vivir… Feliz Pascua!


 

“Si queremos encontrarnos con Cristo resucitado, lleno de vida y de fuerza creadora, lo hemos de buscar no en una religión muerta, reducida al cumplimiento y la observancia externa de leyes y normas, sino allí donde se vive según el Espíritu de Jesús, acogido con fe, con amor y con responsabilidad por sus seguidores.

Al que vive no lo encontraremos en una fe estancada y rutinaria, gastada por toda clase de tópicos y fórmulas vacías de experiencia, sino buscando una calidad nueva en nuestra relación con él y en nuestra identificación con su proyecto. Un Jesús apagado e inerte, que no enamora ni seduce, que no toca los corazones ni contagia su libertad, es un «Jesús muerto». No es el Cristo vivo, resucitado por el Padre. No es el que vive y hace vivir.”


José Antonio Pagola

viernes, 22 de marzo de 2024

Dios verdadero…



 “Un mundo que ha llegado a tomar conciencia de su autonomía no puede sino ser ateísta, no teísta, porque se ha liberado de la representación de un theos que lo dominaba y decidía todo. El mundo “menor de edad” es entonces el que sigue pensando en términos premodernos, caracterizados por el culto a un Dios exterior al cosmos. Pero ésta es una representación provisoria e insuficiente de la realidad última. Al liberarse de ella, el mundo tiene ante sí una entrada mucho más rica hacia la trascendencia sin nombre, a la que se puede considerar el Dios Verdadero.”


Roger Lenaers